domingo, 19 de octubre de 2008

La Semana del Spank




Habíamos quedado con J para comer. Es amigo desde hace ya tiempo, un gran amante del spank. Nos invitó a comer a un precioso restaurante cerca de nuestra casa. Tras terminar saciados de la comida nos dirigimos a casa. J iba hablando (le encanta hablar) sobre mil historias, pero yo ya pensaba en lo que pasaría en casa. A J sé que le gusta mucho lo de colegiala, así que iba maquinando qué me pondría.

Pero mi Amo se adelantó. Al abrir el portal me hizo una seña y, susurrándome al oído, me dijo que me vistiera de colegiala. J se quedó con cara de intrigado, pero no preguntó.
Nada más entrar en casa me dirigí al vestidor. La falda, unas medias transparentes, unos calcetines rojos altos, zapatos de tacón negros, la corbata a cuadros y una blusa blanca. Salí. Tengo que admitir que me moría de la vergüenza: los dos miraban hacia mi, y J soltó una risa. Le miré la cara y supe que habíamos acertado.
Mi Señor me tenía preparado el puf en el centro del salón, me hizo tumbar. Empezaron con las manos.

No sé si alguna vez he comentado que hay varios tipos de manos. La más común entre los Amos es la mano ladrillo: esa mano contundente, que te hace mover del sitio por la intensidad que lleva. Pero hay otros tipos de manos (aún por clasificar y poner nombre) que producen distintas sensaciones. J no tiene mano ladrillo, pero su intensidad es alta. Pica, pero sin llegar a molestar. Digamos que calienta el culo a buena velocidad.
Después empezaron con las varas... y desde aquí no os puedo contar demasiado, por qué me temo que no fui muy consciente del tiempo que pasó, de los varazos que me dieron ni de la intensidad.

Cuando terminamos mi Amo me mandó ir al espejo a que me mirara: tenía el culo rojo, con señales de varazos (taaaan bonitas), con moratones, incluso alguna herida. Entonces fui consciente de lo mucho que me dolía (y no es que durante la sesión no me doliese, no) y de lo intento que había sido.
Muchas gracias a ambos por las marcas taaan bonitas que me habéis dejado.
LauraM

2 comentarios:

CONSUL2 dijo...

No sé cuál me gusta más, si la foto de los moraditos o la de las señales de la vara...

Pues sí, debió ser una tarde muy pedagógica.

C2

Anónimo dijo...

visita un psiquiatra...