viernes, 1 de junio de 2012

Nunca me costó tanto ponerle unas letras con algo de sentido a unas fotos tan deseadas...

Las amapolas, junto con los girasoles, son unas de mis flores preferidas. Aparecen al mismo tiempo que el solecito y el buen tiempo y marchan en cuanto el sol aprieta un poco más de la cuenta. Les gustan los lugares transitados y con la tierra muy movida. Muchas veces, incluso, aparecen en medio de los escombros. Son unas flores preciosas. Sencillas, intensas, delicadas y pasionales. Siempre me gustaron, sí.


Hacerse fotos con amapolas ha sido más complicado de lo que pude imaginar. Llevaba años intentando que Squares se animara a hacérmelas pero nunca había forma. El año pasado con Shujin ya hubo un intento, fallido por nuestro ¿despiste?. Este año Shujin repitió la idea: recoger muuuuchas amapolas de un cementerio cercano a su casa y, tras eliminar bichitos polizontes, ponernos con las fotitos. Squares ayudó y yo... sólo podía sonreir y pensar que, por fin, tenía mis fotos de amapolas. Y en la foto en la que se me ve la cara se nota. El año que viene nuevos intentos.

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