Se
me acumula el trabajo con este blog. Sé que sabréis perdonarme, han
sido unos meses muy agitados, no sólo físicamente sino mentalmente. Me
ha costado casi un mes entero para poder aterrizar de todo lo que nos ha
pasado.
Igual
pensais que soy un poco exagerada. Bueno... un mucho. Y hasta puede que
así sea pero las últimas semanas han sido un subidón detrás de otro.
Antes
de casarnos pensamos: nada va a cambiar, ya llevamos 6 años viviendo
juntos y esto sólo es un paso para formalizar más nuestra unión. Pero no
era cierto: todo ha cambiado, al menos para mi. Ahora soy más que nunca
de Squares y él es, más que nunca, mio.
Pero
bueno quería hablaros un poco de la luna de Miel. Fue, ante todo, muuuy
divertida. Amsterda, una ciudad ya conocida, no dejó de sorprendernos.
Poder conocerla con más tranquilidad fue una gozada. Visitamos todas las
tiendas BDSM varias veces... Tanto que hasta nos daba vergüenza volver.
Pero compramos, compramos y compramos. Nos dijimos: ea, que la Luna de
Miel sólo es una vez en la vida y esta es la nuestra. Después de ver que
el látex estaba fuera de nuestro alcance optamos por juguetes que no
teníamos ocasión de comprar aquí en Madrid. Y no sólo eso: encontramos
cosas a muy buen precio. Hicimos unas compras maravillosas de las que,
con el tiempo, iré colgando fotos.
Estuvimos
en 4 hoteles diferentes. Del primer hotel es la foto que encabeza la
entrada. Un hotel con una cama enorme y una ducha de lo más sugerente.
Otro hotel genial fue el de Brujas (una ciudad que, como no, nos dejó
enamorados y de la que es la segunda foto que veis).
Museos,
visitas, paseos, comidas, sexo, pasión, discursiones, risas, fotos...
Hubo de todo pero, sobre todo, amor, muchísimo amor. Fue una auténtica
pasad y algo para no olvidar jamás de los jamases.
LauraM.