martes, 31 de enero de 2012

Adios Golismero.


Recuerdo la primera vez que le vi. Eran las 8.30 de la mañana de un día cualquiera del mes de Noviembre de hace dos años. Agaché la mirada y allí estaba: tirado debajo de un coche, muy quietecito, y con esos enormes ojos dorados mirándome. Me acerqué y no se movió, le toqué y ronroneó. Supongo que en ese mismo instante me enamoré. Le cogí en brazos (Grrrr más ronroneo) y lo llevé al veterinario de esa misma calle que estaba de guardia. Tenía la pata rota por varias partes. Llamé al trabajo y a Edu con la noticia: a los primeros diciendo que llegaría tarde y al segundo para contarle (que no preguntarle) que teníamos nuevo miembro en la familia, al menos temporal. Y al final sí que ha sido temporal...
Me acuerdo el espectáculo que dimos de vuelta a casa... Le llevaba en brazos como si fuera un bebé y el autubusero en seguida se apiadó de nosotros y nos dejó viajar hasta el que sería su nuevo hogar. En el autobús decidí su nombre: Golismero (palabra pinteña que quiere decir cotilla, olisqueador).

Más de dos años de su compañía hemos podido disfrutar. A todos aquellos que le conocisteis en vida os enamoró enseguida y no me extraña. Era un gato encantador, mimoso, juguetón. Era cotilla y me jodía los pantalones vaqueros xq, a la primera de cambio, le pillaba haciendo "uñitas" en mi. Era imposible dejarle encerrado en ninguna habitación por error: a los dos minutos estaba maullando como un histérico xq quería salir, no le gustaba nada estar solo.
Aún que quedó muy bien de su patita siempre fue algo patosillo, que unido a su costumbre de escaparse (a pesar de los medios puestos por nuestra parte) hacía que me preocupara muchísimo, pero siempre volvió.
Le encantaban las gambas, odiaba que le tocaran el lomo y que le pellizcaran la piel. Era siempre el último en comer.

Y hoy se ha ido para siempre. La vida se lo ha llevado por la misma razón que nos lo dio: por cotilla. Me duele pensar que tenía toda una vida por delante, 12 o 15 años con suerte unido a nosotros y a sus cuatro hermanos. Le quería mucho, muchísimo. Y hoy miro en cualquier rincón de mi casa y le echo de menos. Los chicos también le extrañan... No son tontos y son conscientes de que Golis no está.

TE echaremos de menos, pequeño polaquito, te extrañaremos cada vez que comamos marisco y no escuchemos el ruido de la bolsa siendo rascada con ansia por ti. TE echaré de menos cada vez que me ponga en el ordenador y no te intentes subir encima mio. Espero que hayas sido feliz en casa, nosotros lo intentamos. Espéranos, compañero, que aunque tardemos en llegar prometemos hacerlo. Ve golismeando el terreno por nosotros.

¡¡Hasta siempre!!

lunes, 30 de enero de 2012

Las Musas




Las musas son caprichosas a más no poder. Cualquier "artista" lo sabe. Trabajar creando cuando no estás inspirado es lo peor que te puede pasar... Puedes tirarte horas intentándolo, dándole vueltas, dándole al botón, cambiando el pelo de posición, el flas. Puedes borrar mil veces la misma linea, cambiar de tonalidades o, cuando es más grave, arrugar el papel y tirarlo a un rincón. También he visto a Squares horas y horas enfrente del ordenador intentando diseñar algo simple sin éxito... Frustrante, muy frustrante.

Pero a veces las caprichosas musas están de nuestra parte. Todo se ve con claridad: la luz es perfecta, el pelo está justo dónde debe estar, el futuro tatuaje es maravilloso ya en papel y los colores elegidos para la web son los ideales.

Esto ocurre con cierta frecuencia, sino los "artistas" estaríamos sin trabajo. Lo que no suele ser habitual es que dos grupos de personas coincidan en lugares distintos con dicha inspiración... Pero pasar, pasa.

Pero los artistas tienen un gran mérito, por supuesto. Ya no sólo hablo de conocimientos, ni siquiera de un cierto gusto innato en ellos para que las cosas salgan bien... Hablo de complicidad, de estar agusto, de querer hacer lo que se está haciendo. De disfrutar, de reírte, de gustarte a ti mismo con tus defectos físicos sin importarte que la cámara pueda o no captarlos. Y ver disfrutar a la otra persona cámara en mano, deseando llegar a casa para poder ver todas las fotos en grande y, como niños pequeños, abrirlas con el photoshop para modificar balances, contrastes y demás cosicas.

Sólo por esos momentos, por veros disfrutar, pequeños, merece la pena estar ahí siempre que lo necesitéis. Xq una disfruta poniéndose delante de la cámara con los complejos justitos, para que mentirnos, pero más disfruto (disfrutamos, hablo por una morenaza de pelo largo también) viendo la pasión que le ponéis al asunto.

Gracias por sacar de mi (nosotras) la parte más bella, sucia, salvaje, lasciva y marciana que tenemos.

domingo, 29 de enero de 2012

He dormido fatal. Pero fatal, fatal de la muerte. Además cuando he llegado al salón he visto que no guardé el jamón york en la nevera y mis gatos han dado buena cuenta de ello. Bueno... sólo es jamón, al menos mis chicos se han dado una buena fiesta.
¿Conoceis esa sensación de no saber muy bien qué cojones estás pensando? ¿De no poder poner las ideas en claro, separando pensamientos por temáticas? Así andaba un poco yo esta noche. Andaba y ando, xq tengo pensando volver al catre a intentar dormir una horita más al menos.

Pero quizá sí que saqué algo en claro esta noche. Bueno, no ha sido esta noche, es una lección aprendida hace muchos años que me caló hasta lo más profundo y que, hasta hace unos años no pude vivir plenamente. El Amor lo es todo. Pero Amor con mayúsculas, ese de verdad, el que se tiene por tu madre, padre, abuela, hermanas. Ese que se tiene por tus amigos de toda la vida, por tu pareja, por los nuevos amigos (más bien Amigos).
Ese Amor que todo lo llena, que todo lo puede. Amor desinteresado, Amor paciente. Pero a veces me noto desentrenada y egoista. Y puedo llegar a pasar una mala noche como esta. Y no, no, no. Hay que predicar con el ejemplo y, aunque me cuesten 27 años más de vida, aunque me cueste el resto de mi existencia, tengo que volver a ese Amor. Y como cabezona soy un rato estoy segurísima que podré (con un millar de ayuditas extras y una muuuy grande y necesaria, la Super Ayuda).

LauraM.


sábado, 14 de enero de 2012

El amarillo.


Desde que tengo uso de razón me gusta el color amarillo. Mi madre lo compraba todo en dos colores: en rosa, para mi hermana pequeña y en amarillo, para mi. Zapatillas, bufandas, esponjas, cepillos de dientes, tazas del desayuno, cubiertos... Todo en estos dos colores. Incluso la pared de nuestra habitación se iba pintando en rosa y en amarillo (cada dos años cambiábamos) para que no nos peleáramos.

Ya de mayor te planteas el por qué de tus gustos, como es que te gusta más el amarillo que el azul, por ejemplo. O por qué te gusta más las verduras que la carne... Supongo que habrá una explicación psicológica, antropológica e, incluso, genética... Pero mi explicación siempre ha sido, desde muy pequeña, que el amarillo es luz y el color del sol. Y no creáis que con el paso de los años he intentado cambiar esta idea. No, simplemente me parece el color más bonito de todos los existentes.

Y aunque en casa siempre tuve aliados en pro del amarillo (también es el color de mi madre) hace unos meses encontré a otro gran aliado. Bueno, yo diría que encontré al mayor aficionado al amarillo que pueda existir en este lado del atlántico (ya sabemos que en EEUU es todo más grande y exagerado).

Fueron meses de búsqueda hasta encontrar lo que andábamos buscando. Y lo encontró Miguel, como no podía ser de otra forma (a constante no le gana nadie). Fue una de las grande sorpresas de Reyes (junto con mi regalazo vintage de Edu, gracias amore!!) y, aún que todavía no lo he podido estrenar en "público" no he podido resistirme a hacerme una fotico en plan "choni en el cuarto de baño poniendo morros con cámara en mano" para enseñar mi/nuestro collar nuevo, lo monísimo e ideal que es. Estoy suuuuper contenta de tenerlo y con muchas ganas de lucirlo.

¡¡Gracias!!

P.D: ¡¡¡¡Sólo quedan 3 meses para nuestra boda!!!! Dios, ya no queda nada de nada...